Si supiera seguro, como dice San Agustín, que estás solamente al otro lado del camino, que, una vez que lo cruce, volveré a encontrar tu corazón, volveré a encontrar tu ternura acentuada. Ahora mismo, estaría dispuesta a cruzar ese camino, que, mira tú por donde, lo veo corto, llano y accesible. Amable, si lo que voy a encontrar al otro lado va a ser tu mano, tu olor y tu cuerpo.
Solo pensar que podría volver a abrazarte hace aún ese camino más corto y no se por qué pero te siento muy, muy cerca, lejos y cerca, increíble paradoja.
Creo que lejos es lo que siento y cerca lo que me gustaría sentirte.
Siempre decimos que el dolor de una pérdida es solo cuestión de tiempo superarla. Pero yo no estoy tan segura. Es una frase manida y falsa. Y añado que dañina.
Los sentimientos y las sensaciones irán cambiando pero la pérdida ahí está y ahí seguirá, por siempre, hasta que (rezo por ello) sea verdad eso que dice San Agustín de cruzar simplemente un camino.
Precioso Esther. Hace unos días mi suegro se fue y me ha reconfortado leerte.
Un abrazo
Muchas gracias, César. Me alegro de que te haya reconfortado. Al final, lo compartido nos alivia.